Regalame tus lunes.
Vos dirás,
para que quiero tus lunes? Grises, malhumorados, y con ganas de que terminen.
Para que quiero tus lunes, si al abrir los ojos ya deseas su final. Que no
haya trabajo, que el despertador
se haya equivocado y que no sean las 7 am, sino las 4 y poder estirar el
domingo por lo menos unas horas más.
Regalame tus lunes, días de pocas cosas buenas, incluso si cumplieras años un lunes,
seguiría siendo, y hasta incluso creo seria más espantoso. Quiero conocer tus lunes oscuros llenos de
desilusión porque solamente ayer era viernes. Quiero ver tus ojos,
apagados y grises, llorando desde el alma por tener que dejarme. Los mismos
ojos que arden en furia, un rato mas tarde, cuando
vuelvas a pensar en estar diez horas separados, para poder hacer rico a alguien
mas, a costa de horas nuestras que nunca van a volver. Yo te voy a
decir porque quiero que me regales tus lunes. Regálamelos para conocerte en tu peor
momento, en tu mal humor constante, en tus ganas de que ya sea martes, o tal
vez jueves. Regalame tus lunes
porque quiero que al conocer tu lado mas oscuro y menos brillante, aun así sepas que elijo quedarme contigo.
Si me regalaras tus sábados, radiantes al sol, con
tiempo de lectura bajo un árbol, caminatas descansadas, mates, y desayunos en
la cama, si me regalas esos sábados de música en la casa, rocío en las hojas y tostadas quemadas, seguramente quiera quedarme contigo, porque mis sábados serian igual de radiantes.
Pero, para que querés vos a alguien
que te elija los sábados? Cuando la mayoría querría quererte? Yo a vos, y
solamente a vos te pido que me regales tus lunes, porque sé que si aceptas quererme en tus lunes, como yo acepto quererte en los míos, nuestros sábados van a ser tan llenos de luz, que vamos a dejar de
preocuparnos por aquel día que llegaba después del domingo, y tal vez, solo tal vez, alguno de esos lunes pueda también convertirse en nuestro sábado.
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