La vida entera te esperé y no lo sabía. Viví mi infancia muy feliz, corriendo por el fondo de mi casa, choqué rodillas contra el piso y pateé miles de veces la pelota descosida, y no lo sabía. Jugué al “cordón” en el barrio y volví a tomar la leche cuando mi madre me gritó desde la puerta, esperé a que mi padre volviera de trabajar mirando por la ventana, y ahí tampoco lo sabía. Fui al jardín y conocí amiguitos que hasta hoy en día son de los mejores, aprendí a colorear adentro de las líneas y a leer letra por letra el infinito abecedario, y aún ahí no tenía idea. Llegué al liceo y pase noches en vela estudiando y estresándome por cosas que hoy no me importan. Si tan solo hubiera sabido que te estaba esperando… Crecí y salí con amigos. Salí a horas en las que hoy ya estoy dormido en el sillón. Volví a horas en las que hoy vos me despertás con un beso. Pero no había forma de saberlo entonces. Saqué la libreta de conducir y sentí que no me faltaba absolutamente na...